El diálogo entre Cristina Kirchner y Axel Kicillof sigue cortado. La expresidenta acumula broncas con el gobernador y el peronismo bonaerense ingresó en un estado de ebullición en el que se discute liderazgos.
En medio de ese clima enrarecido se debate una cuestión de fondo: la posibilidad de que se adelanten las elecciones en la Provincia. Kicillof tiene la potestad de disponer la fecha y dirigentes que le responden se muestran partidarios de hacer los comicios en otra fecha que los nacionales.
El gobernador recibe presiones del kirchnerismo que no quiere saber nada con el desdoblamiento. Ya lo dijo Cristina Kirchner hace unas semanas durante un acto del PJ bonaerense en Moreno. Lo mismo piensa Sergio Massa.
La falta de un liderazgo definido en el PJ impide una resolución. Por eso, afloran las tensiones. Distintas fuentes parlamentarias sostienen que la frustrada sesión de la Legislatura donde se iba a votar el Presupuesto bonaerense tiene íntima relación con aquella cuestión de fondo.
Cerca de Kicillof sostienen que no hay apuro para tomar una decisión . El gobernador ya analizó la posibilidad de cortarse solo en 2023, pero finalmente el plan fue abortado. Eran tiempos en los que Cristina Kirchner hacía y deshacía a su antojo. Ahora Kicillof está plateando una discusión de ese liderazgo de cara a su proyección nacional para 2027.
En las últimas horas dio un paso más cuando afirmó que tiene la obligación de armar una propuesta electoral desde la Provincia para oponerse a Milei. Se adjudicó el rol de “jefe”. Justo en el territorio donde los Kirchner tienen una influencia fuerte.
En la Gobernación dicen que no hay apuro para decidir. No solo argumentan que hay tiempo, sino que además debe despejarse un poco más el escenario nacional. Le apuntan básicamente a la incertidumbre que genera la posibilidad de que el Gobierno nacional quiera avanzar con la eliminación de las elecciones Primarias.
Por lo pronto, la administración de Javier Milei no llamó a extraordinarias del Congreso para debatir esa ley, pero no se descarta que lo haga en febrero.
Las PASO bonaerenses están enganchadas con las nacionales. Fue en su momento Néstor Kirchner quien obligó a que se aprobara esa cláusula en la Legislatura como para que ningún peronista se cortara solo.
Ahora cerca de Kicillof dicen que si las PASO se eliminaran, habría que hacer lo mismo en la Provincia. En ese escenario, el desdoblamiento tendría un obstáculo menos.
En cambio, si se mantuvieran, el desdoblamiento sería mucho más complejo. Básicamente porque los bonaerenses tendrían que ir a votar tres veces: a las Primarias, a las generales bonaerenses y luego a las generales nacionales.
Más allá de las cuestiones instrumentales, en el peronismo no hay diálogo para acordar una cuestión de tamaña envergadura. Como se dijo, el diálogo entre Kicillof y Cristina Kirchner sigue cortado.
En las últimas horas surgió una novedad: un pronunciamiento del juez federal con competencia electoral Alejo Ramos Padilla, que hizo una descripción inquietante sobre los distintos escenarios electorales que podrían darse en la Provincia en relación a la simultaneidad, el desdoblamiento, la vigencia o no de las Primarias y el uso de la Boleta Única.
El magistrado sostuvo de alguna forma que un posible desdoblamiento agregaría complejidad al proceso electoral. En la Legislatura, sectores de La Cámpora celebraban ese documento.
“Hay que ser inteligentes y pensar la elección en un marco nacional. Muchos adelantaron el año pasado y perdieron”, aseguran desde el cristinismo, donde comparten con Massa la idea de que lo mejor es que haya una sola fecha y se vote con los dos sistemas electorales: la Boleta Única de Papel y la boleta sábana tradicional.
Pero el escenario sigue abierto. Hay quienes dicen que en febrero llegará la definición.
Mientras tanto, las especulaciones siguen. Distintos sectores políticos analizan que un desdoblamiento implicaría una señal de independencia y emancipación de Kicillof respecto de Cristina Kirchner.
La incertidumbre amenaza con extenderse unos meses más.
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